El
aprendizaje colaborativo
(AC) se refiere a la actividad de pequeños grupos desarrollada en el salón de
clase. Aunque el AC es más que el simple trabajo en equipo por parte de los
estudiantes, la idea que lo sustenta es sencilla: los alumnos forman "pequeños
equipos" después de haber recibido instrucciones del docente. Dentro de
cada equipo los estudiantes intercambian información y trabajan en una tarea
hasta que todos sus miembros la han entendido y terminado, aprendiendo a través
de la colaboración.
El aprendizaje colaborativo es el empleo
didáctico de grupos pequeños en el que los alumnos trabajan juntos para obtener
los mejores resultados de aprendizaje tanto en lo individual como en los demás;
no es sólo un conjunto de pasos para trabajar de manera ordenada en un grupo,
mucho más que eso es una filosofía de vida, en la que los participantes tienen
claro que el todo del grupo es más que la suma de sus partes.
En
los salones de clase de AC, las actividades están estructuradas de manera que
los estudiantes se expliquen mutuamente lo que aprenden. Los grupos pequeños
representan oportunidades para intercambiar ideas con varias personas al mismo
tiempo, en un ambiente libre de competencia, mientras que las discusiones de
todo un grupo tienden a inhibir la participación de los estudiantes tímidos. De
esta manera ellos pueden aprender de sus puntos de vista, dar y recibir ayuda
de sus compañeros de clase y ayudarse mutuamente para investigar de manera más
profunda acerca de lo que están aprendiendo.
Al
trabajar en grupos pequeños, los alumnos tienen mayores oportunidades de hablar
y comentar sus puntos de vista de
manera que se dé el diálogo al mismo tiempo que intercambian ideas en un
ambiente en el cual no ven problema con que otro compañero le recrimine lo que
está diciendo, al contrario de las participaciones en grupo, éstas suelen ser
menores por diversos factores, uno de ellos es la inhibición de los niños al
pensar que pueden ser rechazados o burlados por sus demás compañeros.
Algo
que resulta ser un poco “complicado” es a la hora de formar equipos. Cuando se
trata de niños grandes es típico que siempre querrán estar con su grupito de
amigos por lo que se toman medidas o estrategias para formar equipos. Al
hacerlo el docente debe tener en cuenta diversos puntos, uno de ellos: el nivel
de aprendizaje de cada uno; no debería ser así pero la mayoría de las veces
optamos por formar grupitos de manera que en cada uno haya un líder que pueda
brindar apoyo a los que lo necesiten. Otras maneras es por medio de dinámicas
diversas en las cuales tengan que interactuar todos y aceptar la decisión que
se tome al formar equipos. A la hora de trabajar es importante que lleven a
cabo las actividades en equipo y entre todos se les planteen problemas y puedan
solucionarlo mediante diversas técnicas y propuestas de los compañeros.
En
ocasiones, o por lo que he vivido, al trabajar en equipos suele suceder que se
organizan las actividades y tareas y se lo dividen para que cada quien haga
algo y posteriormente no todo el equipo está consciente de lo que se hace
tratando de evadir su responsabilidad y es ahí donde el rol del docente
comienza con la motivación de involucrarse más y cooperar todos juntos,
recalcando que siempre habrán conflictos, mismos que tendrán que resolver.
El
objetivo del aprendizaje colaborativo es inducir a los participantes a la
construcción de conocimiento mediante exploración, discusión, negociación y
debate. El rol del docente es de guía y facilitador de ese proceso de
comunicación y exploración de conocimiento. El rol del profesor como informante
está limitado a la presentación de un tema, pero su opinión no es final, sino
que sirve de introducción, pero debe ser discutida, editada y modificada o
aprobada por la interacción del grupo y el dialogo constante entre los miembros
del grupo y el profesor.
El
uso de aprendizaje colaborativo obliga a un cambio en el rol docente que lo
lleva de informante principal y centro del conocimiento, a facilitador del
aprendizaje. El participante en el proceso de aprendizaje colaborativo, deja de
ser un receptor pasivo, y se convierte en partícipe de la construcción de su
propio conocimiento en la interacción con materiales y con sus pares.
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