jueves, 4 de junio de 2015

Reflexiones Damaris

REFLEXIÓN DE MI PRÁCTICA DOCENTE.

Al inicio del curso escolar y de mi servicio empecé con una mentalidad diferente a la que ya ahora tengo.
En realidad casi no tengo un buen manejo del tiempo con las actividades, a veces se lleva un poco más de tiempo o de lo contrario no llevo una organización adecuada para cada actividad, ya sea por interrupciones ajenas al salón de clases o los mismos alumnos hacen que no se lleve el tiempo adecuado.
Mediante las prácticas que tuve y hasta ahora puedo decir que di un paso más en mi carrera profesional.
Reforcé el buen manejo del tiempo durante la jornada del trabajo, me sirvió mucho la autoevaluación, coevaluación y la heteroevaluación, durante este periodo, ya que pude valorar y reflexionar sobre el proceso de lo que pasó durante la práctica docente, esto me permitió mejores resultados e ir adquiriendo mayor experiencia. En realidad los resultados fueron muy satisfactorios y puedo decir que me sirvió de mucho para ir aprendiendo del ser docente.
Referente a mi ética profesional, soy reflexiva, y analítica porque no me quedo con la opinión que den los demás, respondo y atiendo a los problemas que se presente en cualquier momento, así como la resolución de los mismos. También tengo esa autocritica para saber cuáles son mis defectos, errores y prepararme para no volver a cometerlos e ir madurando en mi aspecto profesional.
Las acciones que realizo con frecuencia como un docente-evaluador en mi práctica docente, son: la organización y planificación de mi trabajo, el desarrollo de investigación para recolectar evidencias, la definición de los criterios de evaluación que aplico, los resultados de las evaluaciones que utilizó para reforzar la práctica.
Al concluir mi carrera como docente, me pongo a pensar en todo lo que he logrado y aún me falta por lograr durante mi vida de docente, es una satisfacción muy grata porque no pensé llegar hasta donde lo estoy ahora. Puedo decir que mi perspectiva cambió a la que tenía al iniciar esta carrera profesional.

ESCUELAS NORMALES.

Las escuelas normales no deben dejar de existir, sino al contrario, se debe fortalecer al normalismo. El mejor lugar para formar a los docentes del presente y futuro es en las escuelas normales.
Las escuelas normales son las instituciones formadoras de docentes, ahí es donde se adquieren las bases para poder socializar con las personas que afrontan problemas  en los que se pueden encontrar al momento que un docente ingrese a la comunidad, hay comunidades muy marginadas en donde los problemas son muy difíciles y grandes, pero no imposibles para atender. Adquieren no solo la teoría si no que lo llevan a la práctica desde los inicios de su carrera.
Conocen la realidad de la sociedad ya que tienen que implementar estrategias, adecuar sus clases a las necesidades de los alumnos, a las dificultades que vayan presentando (niños con NEE, aprendizajes diferenciados, familias disfuncionales que impide a los niños sobresalir.)
La escuela viene a integrar al niño al mundo de la sociedad donde él va a ir descubriendo lo que le rodea y para ello necesita de un buen docente normalista.
La buena educación para un alumno se obtiene del buen aprendizaje del docente quien esté preparada en todo sentido, debemos tener claro que un buen profesor debe tener una formación desde el nivel básico, el profesional y de ahí es interminable su formación porque debe de estar en constante actualización, es el que debe tener una conciencia y un compromiso social, con ello será capaz de enfrentar e integrarse a la sociedad interactuando con ellos, así es como él puede aprender más sobre los alumnos quienes el docente tiene en claro que son lo principal en un aula de estudios, conociendo sus objetivos de docente que es enseñar a sus alumnos a tener la capacidad de integrar a la sociedad y al mundo que los rodea.

Un normalista sale tan bien preparado por todo lo que tiene que pasar durante su formación, eso le da cimientos para ir alcanzando lo que se proponga. 

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